La inmigración está profundamente entretejida en el tejido no sólo de la identidad de Estados Unidos, sino que también es la base de la grandeza de Estados Unidos. Durante generaciones, los inmigrantes de otras naciones han venido a este país para construir nuevas vidas; y a su vez han construido nuestra economía, han traído mano de obra crítica e innovación a nuestras costas, e incluso han hecho el último sacrificio vistiendo el uniforme de nuestra nación. Juntos, debemos exigir una reforma migratoria integral.
Estados Unidos merece una política de inmigración que establezca un camino hacia la ciudadanía para los Dreamers, que proporcione mano de obra valiosa en todas las categorías de habilidades a los empleadores, que trate a los refugiados y a los solicitantes de asilo con compasión y dignidad, y que asegure nuestras fronteras proporcionando un proceso ordenado, transparente y justo para visitar o emigrar a los Estados Unidos.