La atención sanitaria mental es una atención sanitaria, y punto. El acceso a la atención sanitaria mental y al tratamiento del abuso de sustancias debe estar al alcance de todos los estadounidenses, SEA LO QUE SEA. Trabajaré para garantizar que las compañías de seguros no puedan discriminar en la cobertura de estas condiciones médicas reales. Es igualmente importante invertir en la contratación de más proveedores de salud mental, consejeros de abuso de sustancias y consejeros de apoyo entre pares.
Además, hay que salvaguardar a toda costa los derechos de privacidad de las personas con enfermedades mentales. Y lo que es más importante, lucharé por eliminar el estigma de las enfermedades mentales y el abuso de sustancias, para que quienes más necesitan ayuda puedan recibirla con humanidad y dignidad.